10 agosto 2011

Bonn, la ciudad de un genio

Con ilusión y muchas ganas, llegamos al primer destino: Bonn. Como dije en el anterior post, no tuve más de dos horas para visitar un poco por encima esta ciudad, y con este tiempo es complicado contaros “todo” sobre esta ciudad, pero yo lo voy a intentar, al menos lo que yo vi.

Al principio yo decía, ¿de qué me sonará Bonn? ¿De qué me sonará? Y ya me dijeron: ahí nació un músico. Entonces se me encendió la chispa y lo recordé. Bonn me sonaba porque es la ciudad donde, hace ya 241 años, nació Beethoven, para mí uno de los más grandes de la música. Por ello lo primero que busqué al llegar allí fue la estatua conmemorativa del músico.

Universidad de Bonn
Universidad de Bonn

Sin embargo, antes de dar con la estatua pasé por otros lugares. El primero, la universidad, un edificio grande y sobrio donde merece la pena curiosear por dentro y por fuera, por sus aulas y sus jardines. La foto no es gran cosa, pero os la pongo para que os hagáis una idea de cómo es.

El Viejo Ayuntamiento (o Altes Rathaus en alemán) tiene su encanto estético e histórico, ya que en este edificio ribeteado de dorado han estado personajes tan importantes a lo largo de la historia como Charles de Gaulle o John F. Kennedy, entre otros.

Altes Rathaus
Altes Rathaus

Callejeando pasamos por la casa de Beethoven (donde hay que señalar que no vivió más que hasta los 22 años, porque después se trasladó a Viena), ahora un museo sobre el compositor donde se pueden encontrar diversos objetos –partituras, instrumentos…- que le pertenecieron. La fachada de la casa no es llamativa, pero el contenido tiene que ser digno de ver. Yo no pude pasar, con lo que me hubiera gustado… Pero no tuve tiempo :(

Las ruinas de Sterntor
Las ruinas de Sterntor

Antes de llegar a la Münsterplatz, plaza donde está la estatua de Beethoven, pasé al lado de unos restos de un castillo que me dejaron un poco desconcertada, ya que por su colocación (en medio de la ciudad) y lo que se conservaba parecía más un decorado que unas ruinas. Dichas ruinas reciben el nombre de Sterntor, y son parte de la muralla que rodeaba Bonn hace siglos y no de un castillo, como yo pensaba.

Por último y para acabar el mini recorrido que hice, llegamos a la Münsterplatz donde (por fin) hallamos el monumento a Ludwig van Beethoven y también la Basílica de Bonn.

Recomiendo visitar lo primero el edificio de información turística, ya que además de ser bonito, ofrecen mucha información útil. Desde aquí os adelanto algo que yo me hubiera cogido de haber estado más tiempo en la ciudad: la Bonn Regio, una especie de tarjeta que te puedes hacer para un máximo de tres días (por un precio aproximado de 19 euros) y con la que puedes entrar gratis a 20 museos, viajar en el transporte público de la ciudad y otros descuentos en diversas actividades.

Monumento a Beethoven

Quizás este post no os sirva de mucha ayuda para conocer la ciudad, pero a lo mejor sí os da el empujoncito suficiente para ir a conocerla. Si queréis ir y no sabéis cuándo, yo os recomiendo (como buena melómana que soy) que lo hagáis entre el 9 de septiembre y el 9 de octubre, coincidiendo con el Beethovenfest, donde actuarán orquestas y grupos de cámara de todo el mundo.
  
Espero que al menos os haya gustado un poquito :) y que volváis a leer el siguiente capítulo de la gira alemana. ¡Nos vemos en Heidelberg!

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1 comentario :

  1. Hola Arancha!!! Que visita tan bonita, has elegido muy bien. A mi también me gusta mucho la música de Beethoven, lástima que no tenga más obras para clarinete.

    Paco Sanz

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