Y para el año que viene…

31 diciembre 2011


Os contaré mi viaje por tierras andaluzas, concretamente por Córdoba y por Sevilla. Me hubiera gustado contaros una parte al menos antes de que acabara el año, pero no me ha dado tiempo. Así que estad pendientes porque va a dar para varios post el viaje :)

En estos últimos días de 2011 he paseado entre los naranjos de las calles de Córdoba. Ahí he podido disfrutar de maravillas tales como la Mezquita-Catedral, el Alcázar, Medina Azahara o los patios cordobeses. Con respecto a esto, quería aprovechar para recomendaros que los visitéis. Es hasta el día 4 de enero, y están abiertos de 18 a 21 horas. Os recomiendo que los veáis en varios días (aunque ya no quedan muchos) porque están un poco retirados unos de otros. 


Alcázar de Córdoba
Alcázar de Córdoba

Además de patear la ciudad, aprender cosas y fotografiar todo lo fotografiable, he tenido tiempo para disfrutar de los flamenquines, las berenjenas con miel o el salmorejo con el vinito de la tierra; y para rematarlo, unos baños árabes con té y pastitas. Ya os hablaré más sobre esto que seguro que hay más de uno y de dos interesad@s en ir.

Con lo cerquita que está y lo poco que se tarda en tren, no pude dejar de visitar Sevilla. Aunque no vi todo lo que quería ver (por ejemplo la Giralda no me dio tiempo a verla), el Alcázar sevillano me embrujó: vaya jardines, vaya patios, vaya salones… La Torre del Oro o el Archivo de Indias tampoco se libraron de mi visita.

Plaza de España, en Sevilla

Si queréis saber más, no os perdáis los próximos post porque os daré detalles de los monumentos, restaurantes y hoteles; vamos, de cosas interesantes para los turistas.

Sin más, con este post despido el 2011, deseando que tengáis una Nochevieja inmejorable, acompañada de vuestros seres queridos. Mucho cuidado con los excesos y si cogéis el coche no bebáis. Disfrutad de las últimas horitas de 2011 y… ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!


¡Feliz Navidad!

23 diciembre 2011



Espero que paséis unas felices fiestas, que esta Nochebuena sea más especial que la del año pasado y menos que la del año que viene. Que comáis mucho turrón, mazapán y todas esas cosas que se comen en estas fechas (y que por cierto, yo no puedo comer por mi maldita alergia a los frutos secos...). Que Papá Noel os deje muchos regalos porque os habéis portado muy bien. Y que sigamos viajando, descubriendo juntos cada rincón del mundo. ¡Feliz navidad!

PD: nos leemos en unos días, ¡que me voy de viajecito a Córdoba! :)



Los churros de Frankfurt

21 diciembre 2011

Qué lejos parece ya aquel mes de septiembre de 2010… Qué lejos parece cuando me senté en el ordenador y me puse a mirar vuelos para ir a Alemania… Realmente no hace tanto, pero yo tengo la sensación de que hace siglos de eso; de hecho, ni siquiera estaba abierto el aeropuerto de Ryanair que se hace llamar Düsseldorf, mucho más cercano a mi destino. Así que por fin, por unos 50 euros ida y vuelta (los billetes a Alemania con Ryanair salían bastante económicos, sin facturar, claro) compré mi billete para ir a un país que nunca había visitado.

Frankfurt
La Fuente de la Justicia, en el centro de Römerberg

NOTA: Las fotos que tengo no son ni muchas ni muy buenas, puesto que en esa época no tenía el blog y, sinceramente, nunca había prestado mucha atención al mundo de la fotografía. Haré lo que pueda con el material que dispongo...

Ya en octubre (que era cuando tenía el vuelo) salí rumbo a Frankfurt Hahn, que es el verdadero nombre del aeropuerto; allí tenía reservado un hotel, porque llegaba el vuelo a las 23 h. y no salía rentable irse a ningún sitio. Al día siguiente, tempranito en la mañana, cogimos un autobús que salía de la puerta misma del hotel y que iba directo hasta Frankfurt am Main, la ciudad en la que todo el mundo piensa cuando dice “Frankfurt”. El transporte costaba, si no recuerdo mal (he intentado buscar los tickets, sin éxito), unos 15 euros ida y vuelta.

Frankfurt
Römerberg, por la noche y con una "performance" ininteligible para mí que no sé alemán

Ya en la ciudad de Frankfurt tuve mi primer contacto con el frío alemán, que no era nada comparado con el que pasaría en mis siguientes visitas. No disponía de muchas horas, así que un poco a lo loco fui recorriendo la ciudad. Lo primero que conocí fue el río que pasa por esa ciudad; si os pasa como a mí y os preguntáis que cuál es (vaya lapsus tuve) pues es… ¡El río Main o Meno! Desde luego… Qué despistada soy.

Después de un paseo por sus orillas, por las cuales pasan barcos de cargas diversas (entre ellas, de turistas), cruzamos para ver una iglesia: Dreikönigskirche. He encontrado muy poca información sobre ella. Google traduce el nombre como Iglesia de la Epifanía, pero como no me fío mucho, os diré solo lo que averigüé por el cartel: que entre 1875 y 1881 fue demolida, reconstruida y ampliada, y en 1956 Charles Crodel realizó las vidrieras. No suelo poner muchos datos de este tipo, pero dado la poca información que hay a lo mejor es útil para alguien :)

Frankfurt
Dreikönigskirche

Otra cosa que llama la atención por esa zona es el Puente de Hierro, que lleva más de cien años uniendo las dos orillas del Main. Y pusimos rumbo al centro de Frankfurt, concretamente a Römerberg, esa plaza con casitas tan características de Alemania en la que se encuentra el edificio que da nombre al lugar: el Römer, que lleva como ayuntamiento desde 1405. A parte del ayuntamiento en la plaza está Alte Nikolaikirche, es decir, la antigua iglesia de San Nicolás y en el centro, la Fuente de la Justicia.
 
Frankfurt
Alte Nikolaikirche

Tampoco vi mucho más. La catedral solo de lejos, por la Torre de Eschenheim (la más alta de Alemania) pasé prácticamente corriendo de vuelta al bus, y los rascacielos… Bueno, se ven bastante bien desde la lejanía ;) Además de todo esto quedan muchas cosas por ver, como la Vieja Ópera, la Casa y Museo de Goethe y el Museo de Historia.

Como punto final os quería hablar del título del post, y es que cuando estuve en Frankfurt tuvimos una anécdota graciosa. Encontramos una especie de feria, con muchos puestos de comida (salchichas, por supuesto), adornos, había incluso animales de granja y… ¡¡Churros!! En medio de Frankfurt había un puesto que lo ponía así, en castellano y en grande y mi amigo, tan emocionados, nos acercamos a preguntarle al vendedor pensando que sería algún español que decidió llevar este manjar por tierras germanas. Sin embargo, nuestra decepción fue grande cuando el hombre nos dijo que en realidad no tenía ni idea de español ni de churros ni nada por el estilo. Pero fue gracioso encontrarse algo tan castizo allí en Frankfurt.

Frankfurt
Se ve un poco mal la foto pero... ¡Churros! ¡En Alemania!

De momento me despido, a ver si puedo postear de nuevo antes de irme a Córdoba. Suerte mañana con la lotería, a ver si nos toca y nos damos un buen viaje con el premio. ¡¡Felices fiestas!! Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.



El polémico Valle de los Caídos

10 diciembre 2011

Estos días está habiendo alguna que otra noticia sobre este lugar, pero conste que el post no va a tratar de ningún tema político. Sé que soy pesada, que ya lo avisé en el anterior; sin embargo, sé que es un tema espinoso aquí en España esto de los caídos y la Guerra Civil, entonces prefiero avisar y como dice el refrán, quien avisa no es traidor. Que esto es un blog de viajes.


Una vez hecha la advertencia de rigor, comienzo. En 23 años de vida nunca había ido al Valle de los Caídos, y el otro día, después de visitar la zona de El Escorial, dije ¿y por qué no vamos, si está aquí al lado? En realidad siempre he tenido curiosidad por verlo: esa cruz tan grande, prácticamente en medio de la montaña… Sin duda, un sitio peculiar.

Me voy a permitir hacer una breve introducción histórica, para el que no sepa de qué va esto. El Valle de los Caídos lo mandó construir el general Francisco Franco, y cuya construcción comenzó en 1940 y acabó en 1958. La mano de obra que levantó este monumento fue la del Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas, es decir, lo que vienen siendo batallones de trabajo compuestos por presos políticos.

Después de esta intro, vamos a lo que vamos. Al entrar en la carretera que lleva al conjunto arquitectónico en cuestión, pasamos unos monolitos llamados los Juanelos. Varios kilómetros después vamos divisando la gigantesca cruz de nada más y nada menos que 150 metros de alto y unos brazos de 46 metros. Cuando llegamos podemos dejar el coche (el día que yo fui, sin problemas de aparcamiento) en uno de los dos parkings que hay: bien en el lado del funicular o bien en el extremo opuesto.

Estatua de la Piedad

Al llegar al pie de lo que es la basílica, lo encontramos un poco deteriorado: los hierbajos crecen aquí y allá, y hay vallas protegiendo la zona por riesgo de desprendimientos. Las grandes columnas rodean todo el edificio, y tallados en la fachada encontramos un par de los antiguos escudos de España. El acceso a la basílica se hace por el lado izquierdo, dando un rodeo por esas columnas; en la entrada vemos que no está permitido hacer fotos en el interior ni grabar –algo muy común- y que tenemos que pasar por un detector de metales.

Ya en el interior me llamó mucho la atención lo tétrico y lóbrego del sitio: un espacio inmenso que se adentra unos 200 metros en la roca. Esta es la gran peculiaridad de la basílica, que al contrario de otras que se construyen “piedra sobre piedra” aquí se excavó en la montaña para “levantarla” (si se puede llamar así). Quizás esto sea parte del motivo de que haya bastantes humedades y goteras… Siguiendo por este amplio pasillo central vemos tapices por las paredes, con representaciones de escenas apocalípticas, y con minúsculas capillas laterales, como la de Santa África.

El pórtico exterior, con sus enormes columnas

Cuando llegamos al altar, que coincide justo debajo de la gigantesca cruz exterior, vemos las dos famosas tumbas con algunas flores: la de Primo de Rivera y la de Franco. Si levantamos la vista podemos apreciar en la cúpula un precioso mural de motivos religiosos (evidentemente) y si miramos a los lados, está la Capilla del Sepulcro y la del Santísimo. En la primera se ve aún el órgano de tubos; en la segunda, hay un enrejado igual que me hizo pensar en que allí habría otro órgano, enfrentado al anterior, pero que por alguna razón –probablemente deterioro- ya no está allí. Detrás de estas capillas están los osarios donde se encuentran los restos de los caídos de ambos bandos combatientes en la Guerra Civil Española.


Foto hecha de extranjis 😁

Después de esto, media vuelta y a salir al exterior, con la intención de ir hasta el funicular que, como sospechaba, estaba cerrado. Y por desgracia el camino que llevaba hasta la cruz también era inaccesible. Mirando un poco por internet me he dado cuenta de que esto lleva así bastante tiempo y por lo que parece, no avanzan las “labores de mantenimiento”. Eso sí, en cuanto lo abran me gustaría ir porque las vistas desde arriba (creo que se podía subir hasta los brazos de la cruz) tienen que ser absolutamente INCREÍBLES.

Esta fue mi visita al Valle de los Caídos. Para más información os aconsejo que indaguéis por la red, porque hay cosas muy interesantes. Contadme si habéis ido alguna vez, qué os ha parecido, si alguien lo ha visitado cuando estaba totalmente abierto con el funicular, que mandéis fotos… Ya sabéis, eso que tanto me gusta a mí: ¡que participéis! :) 

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Una desordenada excursión por San Lorenzo de El Escorial

08 diciembre 2011

La verdad es que la mañana prometía. Había cogido una guía en la biblioteca (un poco mala), llevaba la mochila provista con mi cuaderno, boli, la cámara de fotos, mp3 y me había vestido con ropa cómoda y abrigada. Pero al final me he organizado un poco mal y la excursión no ha cundido todo lo que quería. Aún así, he decidido compartirla para que cualquier otro viajero/excursionista desordenado como yo pueda aprovechar más su visita o que simplemente, se sienta comprendido :)

Primera parada: El Escorial


Después de unos 70 kilómetros, llegamos a nuestra primera parada, El Escorial (¡OJO! lugar diferente a San Lorenzo de El Escorial). No era nuestro destino principal, así que simplemente tomamos un rico desayuno con churros y porras en el bar La Rebaná (recomendado, buen desayuno, excelente trato y económico) y echamos un vistazo rápido. 

De todas las cosas que hay, solo vimos la Iglesia de San Bernabé, Monumento Nacional desde 1983, una construcción sencilla situada en el centro de la ciudad y paseamos por las calles, donde también encontramos una casita muy mona que ponía que era el Ayuntamiento, pero que desde luego no lo era. Para el que quiera verla, está situada al lado de la Cruz del Tercio, que actualmente señala señalando el cruce de Calles entre la Avenida de la Constitución, de Castilla y calle de la Piña.

¿Alguien me sabe decir qué edificio es este?

Tras la breve visita, cogimos el coche y nos dirigimos a San Lorenzo de El Escorial. De pasada vimos la Casita del Príncipe; bueno, más bien la entrada, y dijimos: ¡luego pasamos! Ya os lo adelanto, no existió tal luego y me lo he apuntado en sitios pendientes que visitar.


Segunda parada: San Lorenzo de El Escorial


Ahora sí. Estamos en la localidad conocida por el grandioso Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ese cuya planta se asemeja con una parrilla (dicen que porque San Lorenzo fue martirizado así, quemado hasta morir en una parrilla). Ya han pasado muchos años desde que en 1563 se pusiera la primera piedra, pero el Monasterio conserva la belleza y el esplendor que se podía esperar.

Como estoy ahorrando para mi siguiente viaje (que me voy a Córdoba) no pasé al interior. El precio son 10 euros la visita y 17 con guía, para el que le interese y pueda permitírselo. Yo solo pasé al Jardín de los Frailes, de acceso gratuito y donde se puede disfrutar de un agradable paseo. Las vistas desde allí son muy bonitas: tanto el propio jardín como el Monasterio, pasando por sus alrededores, que si hace un buen día se pueden divisar los cuatro “rascacielos” de Madrid. 

Abajo, a la izquierda, la oficina de turismo

Por el resto de la ciudad he paseado. Tengo que hacer un apunte, y es que la Oficina de Turismo está muy mal señalizada. Los carteles que indican están mal (no tienen sentido ni para coches ni para personas), así que si queréis encontrarla rápido, se sitúa enfrente de la entrada donde se compran las entradas para el Monasterio de El Escorial, concretamente en la C/Grimaldi. Si venís por el lado de la Plaza Jacinto Benavente, tenéis que bajar por las escaleras.

Se pueden hacer varias rutas que vienen bastante bien indicadas en el plano que te dan en la oficina de turismo: una comprende los edificios del siglo XVI y otra los del XVIII. De estos edificios solo se puede ver la fachada, salvo en la ruta del XVIII que están las Cocheras del Rey, donde sí se puede pasar.

Con todo esto nos dio la hora de comer. Restaurantes tenéis por la zona centro todos los que queráis, con menús más o menos asequibles o más o menos caros, de todo. Para viajeros de poco presupuesto –como yo- que quieran sitios de comida rápida tienen dos opciones: 1) Ir a la estación de autobuses, donde hay una sandwichería. 2) En dirección al Valle de los Caídos pasas por una hamburguesería o 3) En El Escorial hay más bares y probablemente más ofertas. Una vez solucionado el tema comida, ponemos rumbo a la tercera y última parada.

Lateral del Monasterio, desde el Jardín de los Frailes


Tercera parada: El Valle de los Caídos

Está a unos 8 kilómetros de San Lorenzo de El Escorial, y de momento no quiero añadir más sobre este polémico lugar. Aquí podéis leer el post donde hablo más detalladamente del monumento a los caídos. En referencia a esto, voy avisando que la entrada no será un foro político; si alguien quiere comentar algo que lo haga pero en referencia artística o turística. Por supuesto, podéis enviar vuestros comentarios y estaré encantada de leerlos.

Hasta aquí esta pequeña y atolondrada excursión. Os animo a que me contéis vuestra experiencia visitando estos municipios madrileños. Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.


Ahora también en Facebook

07 diciembre 2011

Poquito a poco me voy expandiendo. Como algunos ya sabéis, Donde me dejes llevarte también está en Facebook. Os expondré algunas de las razones por las que debéis haceros fans (es decir, clickar en "Me gusta") de mi página:
  1. Podréis seguir de cerca todas las novedades del blog.
  2. En los post selecciono unas pocas fotos, pero os aseguro que no son todas las que hago. Muchas son preciosas y las compartiré con vosotros a través de Facebook.
  3. Obviamente... ¡¡¡Porque es mi blog!!! ;)
No seáis tímidos. Podéis darle aquí para haceros fans o bien pinchar en el icono derecho del blog. ¡Como os resulte más cómodo! Desde aquí quería agradecer a los que han sido mis consejeros sobre si hacerme o no página de Facebook: a Fran, que si no hubiera sido por él no hubiera encontrado dónde estaba la insigina para ponerla aquí; y también a Mari Carmen y a Carol, otras dos magníficas bloggeras. Os dejo los enlaces a sus blogs porque están realmente bien:
Te recuerdo que me puedes seguir, además de en  Facebook, en TwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya.

Patones de Arriba, un solitario pueblo de piedra y pizarra

04 diciembre 2011

Patones de Arriba
Patones de Arriba
Con esa frase describiría yo Patones de Arriba, un pueblo de la serranía madrileña. Antes de seguir con el post tengo que aclarar que yo lo visité un lunes, ya que si vas un festivo o fin de semana esa descripción sería totalmente incorrecta. Así que primera recomendación, id un día “no turístico” si tenéis oportunidad. No solo porque es muchísimo más bonito y placentero, sino porque está prohibido entrar en el pueblo con el coche y hay que dejarlo en un minúsculo aparcamiento a la entrada. Imaginaos cómo se pone ese parking, rebosante de coches que llegan incluso a ocupar las cunetas de la carretera.

Patones de Arriba
Estos fueron los únicos habitantes de Patones que vi

Dejando a un lado esto, pasamos a la visita en sí a Patones, un pueblo o aldea en el que vi más gatos y perros que personas. Exactamente, en mi paseo, vi dos turistas y dos obreros, y gatos… Por lo menos 10 distintos. Para que os hagáis una idea del relax que se respiraba :) No puedo más que describiros el paseo, porque el pueblo es lo que tiene encanto en sí mismo. Ni monumentos ostentosos ni nada por el estilo.

Sus pequeñas calles y casas están construidas en pizarra y piedra, con unos muros muy gruesos (en las casas semiderruidas se aprecia la anchura de casi un metro) para proteger a sus habitantes de las inclemencias del tiempo; hay cuestas por todas partes, y así, entre subidas y bajadas, vas recorriendo este pueblo declarado Bien de Interés Cultural. Actualmente es muy pequeño, pero como se aprecia en la panorámica parece que antes tenía mucha más extensión, por todas esas ruinas.

Patones de Arriba
Patones de Arriba

Es un lugar magnífico para hacer senderismo (de hecho, forma parte de las Sendas Verdes de Madrid): la Senda del Genaro, que parte del Berrueco y pasa por Patones de Arriba, se puede coger en su segunda etapa. La longitud total de la Senda del Genaro es de 70 km., aunque este segundo tramo que va desde Patones al Atazar “solo” son 15,6 kilómetros, con una duración aproximada de 5 horas. Ahora que me he comprado unas botas nuevas y adecuadas para estas cosas, quizás me haga este camino.

Patones de Arriba
Panorámica de Patones de Arriba. A la izquierda, las casas que quedan. A la derecha, ruinas del pueblo

En la parte de abajo del pueblo (no sé describirlo mejor), donde comienza la ruta de la que os he hablado, hay también un riachuelo que puedes seguir hasta llegar a un puente –ese que os puse en twitter- que os devuelve a Patones de Arriba.

Con esto, salvo que hagamos alguna de las sendas o investiguemos la carretera/camino cercana al parking, ya hemos visto todo. Mencionaré que está el Ecomuseo de la pizarra al aire libre, es decir, dos sencillos itinerarios señalizados con paneles informativos y que comienzan en el Centro de Iniciativas Turísticas, Educativas y de Ocio (el CITECO, en la entrada del pueblo), con sede en la antigua Iglesia de San José.

Los amantes del deporte, a parte del senderismo pueden ir un poco más allá de Patones, hasta la Presa del Pontón de la Oliva, donde hay un peñasco donde se hace escalada. Por lo que estoy leyendo en internet lo califican como “la zona de escalada sobre roca caliza (calcoarenita) más conocida y concurrida de los alrededores de Madrid y probablemente de toda la zona centro”.  

Pontón de la Oliva
Pontón de la Oliva

Y para acabar el post sobre este pueblo tan encantador, con un ambiente rural ideal, os dejaré lo que ponía en un cartel de una de las casas patoneras. ¡Qué curioso!

 "El Rey de los Patones reinó durante el mandato del Rey de toda España Carlos III y con sentimiento durante la invasión napoleónica del año 1808. Fue el único pueblo de España que por estar oculto en esta inaccesible sierra, se libró de los invasores franceses

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