24 julio 2013
Mientras espero con ansia que
llegue mi viaje del verano (10 días por Cantabria), ayer tuve “un día de
pueblo”.
Así que hoy os hablaré de Albares, un pueblo del sur de
Guadalajara que, aunque no tiene mucho que ver, me gustó. Yo no tengo pueblo
como mucha gente, pero Albares se convirtió en mi pueblo de adopción por un día
:)
Es un lugar donde en verano, el
calor invade las calles y donde las casas, bajas, amplias, te cobijan con un
ambiente fresco en su interior. Algunas tienen jardín, otras patio. Cualquier
lugar es bueno para tomar la sombra, hasta bajo una parra llena de apetitosas
uvas (que aunque no pueda comerlas tenían buena pinta).
Si te gusta este ambiente, algo
rural, es un sitio que debes visitar. La gente se saca las sillas a la puerta
de casa y te da los buenos días sin conocerte. Otros te observan intrigados
preguntándose de dónde vienes o a dónde vas.
Me hizo gracia un amigo que me contó que cuando era pequeño le decían: "en Albares ni te pares". Pero que cuando se hizo mayor se paró y encontró un mesón donde ponían un cocido riquísimo. ¡Qué cosas!
¿Qué podemos ver en Albares?
La iglesia: por el exterior es bastante sobria, el interior no pude
verlo porque estaba cerrada. Alrededor se encuentra la plaza y el parque de San
Antonio. Este parque está situado donde antaño –supongo- se encontraba el
cementerio.
El Ayuntamiento: cuenta con dos, uno nuevo y otro “viejo”. Digo
viejo entrecomillado porque aún así es de construcción bastante nueva, o al
menos así lo aparenta. Este de la foto es el antiguo. Está en la plaza de la
iglesia.
Camino del Vía Crucis: desde la iglesia podemos ver a lo lejos tres
cruces grandes que intrigan bastante. ¿Qué serán? Así que cogimos el
todoterreno y nos subimos por el monte (estaba ilusionada porque nunca había
montado en un 4x4 jejeje). Y esas tres cruces no son otra cosa que el final de
un vía crucis que hay a lo largo de todo el camino. Si no está mal la
información de internet, este camino de la cruz se hace los viernes de
cuaresma. Merece la pena subir –andando, en bici o como sea- porque desde allí
arriba hay unas preciosas vistas de Albares.
Ermita de San Antonio: en la otra punta del pueblo hay una ermita.
Lo que no estoy al 100% segura es de si pertenece o no a Albares, porque estaba
después del cartelito tachado de Albares… Yo no me voy a mojar por si acaso que
luego la lío jejeje. Simplemente os comento que está ahí, dirección Mondéjar y
que tenía pinta de ser chula por dentro. Yo solo pude ver y oler las velas
encendidas desde la ventana, porque estaba cerrada la ermita.
Esto, queridos lectores, fue mi excursión :) Espero poder
contaros alguna más en los próximos días antes de irme oficialmente de
vacaciones. ¡Hasta pronto viajeros!
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