Puente Viesgo y la Cueva de las Monedas

27 febrero 2014


Una excursión cortita e interesante es a Puente Viesgo, un pueblo cántabro en el Valle del Pas. Destacado por albergar uno de los conjuntos de cuevas prehistóricas más importantes de la región, no tiene muchas más cosas, salvo una iglesia, un hotel, un río y unas casitas muy monas.

El río que atraviesa Puente Viesgo es el río Pas, y forma un paisaje bonito y relajante para pasear por el pueblo. Llegamos a la iglesia, donde ese día se celebraba una boda y no pudimos ver mucha cosa. Echamos un vistacillo rápido al interior y corriendo fuera.



Hay un hotel-balneario famoso porque sus aguas brotan del manantial del río y tienen unas propiedades curativas muy buenas (en la web la llaman aguas mineromedicinales). Yo no tuve la oportunidad de probarlo en este viaje, espero poder probarlo en el futuro :) Pero en la zona hay hoteles que salen muy bien de precio.

Una vez visto todo esto fuimos a la oficina de turismo a preguntar qué más había por ver y nos dijo que las cuevas, o que si queríamos podíamos hacer alguna ruta a pie o en bicicleta. Después de mi experiencia ciclista por Santander, decliné gustosamente la oferta a pesar de que me asegurara que eran rutas en llano…



Y nos fuimos a las cuevas. Están situadas a un pequeño paseo en coche (¿un par de kilómetros?) en el Monte Castillo. Preguntamos cómo sería la visita y los precios, y si veríamos la cueva de verdad o solo una recreación. Allí nos dijeron que había que reservar, que había varias cuevas y que podían visitarse todas o solo alguna en concreto, y se visitaban las cuevas originales. Nosotros nos decidimos por la Cueva de las Monedas, y la visita fueron 3€, un precio muy asequible.


Ese día ya estaba todo lleno, pero tuvimos suerte porque una pareja había cancelado su visita en el último momento y nos dejaron pasar en su lugar, sino nos habríamos quedado sin ver la cueva.

La visita duraba unos 45 minutos y se pasaba en grupos de máximo 15 personas. La cueva estaba bastante bien, yo no había visitado ninguna de verdad antes de ese estilo, así que me gustó mucho. En un primer momento la cueva se llamaba “De los Osos” porque había restos de osos en su interior (qué originales jajaja), pero luego explorando de nuevo la caverna, descubrieron unas huellas que llevaban a un agujero que estaba lleno de monedas. Y fue entonces cuando pasó a llamarse Cueva de las Monedas :)



La guía fue encantadora pero no terminó de convencerme… Me mató un poco que no supiera decirle a un niño qué es un bisonte O_O Por lo demás, la cueva nos la enseñó estupendamente. Las pinturas rupestres eran muy poquitas y estaban localizadas en un pequeño pasillo. Las pudimos ver cerquísima y apreciar cómo habían resistido el paso de los años. Y no pocos años, porque según la prueba del C14 llevan ahí desde 12.000 años a. C.

Salimos de la cueva, y mientras íbamos a la salida del recinto, de repente empieza a oler mucho a cabra… ¡Con razón! Como eso está en medio del monte se habían bajado a pastar por medio del camino. A mí me dio bastante respeto porque tenía unos cuernos… Por suerte rápidamente se subieron al monte de nuevo y pudimos salir.


Después de esto, el día había acabado turísticamente para nosotros y nos fuimos a casa a descansar. Al día siguiente nos esperaba un día duro, quizás una vía ferrata o un paseo por la montaña, así que nos convenía reposar un poco.


¡Hasta la próxima, viajeros!

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Maqueda, una joya toledana

09 febrero 2014

Hacía mucho que no tenía tiempo para salir de excursión. De hecho, creo que desde que volví de Cantabria a finales de agosto no había conseguido salir ni un día de excursión… (la vida del músico es dura, aunque los hay que piensen que estamos todo el día sin hacer nada).



Pero por fin con las vacaciones de Navidad reuní un ratito y allá que fuimos. El destino principal de ese día era Talavera de la Reina, en Toledo, pero como sabéis me encanta entretenerme por el camino. Y así es como llegamos a Maqueda, un pueblecito que está unos 40 km. antes de Talavera.

En principio paramos porque desde la carretera se ve un castillo bastante bien conservado, y no podíamos dejar pasar la oportunidad de cotillearlo. Nos metimos al pueblo y nos costó un poco dar con un sitio para aparcar. No porque todo estuviera ocupado ni nada parecido, sino porque por los alrededores del castillo las calles eran tan estrechas que no cabía casi ni mi coche (que es de los más pequeñitos).



Cuando encontramos un sitio para dejar tirado el coche (“aparcarlo” sería decir mucho), nos bajamos y fuimos rápidamente al castillo, llamado Castillo de la Vela. Efectivamente por fuera se conserva muy bien, pero por dentro no sabíamos bien qué había. El castillo es de origen romano –fue una torre vigía- y estaba cerrado. Por dentro parecía moderno, por lo que pensamos que podía tener algún centro de interpretación o algo así. Más tarde descubrí que lo que hay es el Museo Histórico de la Guardia Civil. Al lado del castillo hay un pequeño parque donde en días de verano se debe estar muy bien.

Desde el cerro del castillo no se contemplaba mucho más, las casitas de Maqueda, por lo que fuimos al coche dispuestos a continuar el viaje. Peeeero… Al torcer por una calle vimos algo que se parecía a una iglesia (ya era raro un pueblo sin iglesia). Parece que habíamos encontrado la parte “nueva” de Maqueda, y ahora sí. Aparcamos el coche y paramos a informarnos en un cartel de estos turísticos.


Resulta que Maqueda nos tenía engañados y tiene bastantes cositas. Lo que habíamos visto de lejos y que confundimos con una torre de una iglesia era la Torre de la Vela, una torre que queda de una fortaleza del siglo XII.

Ahora sí, localizamos la iglesia y fuimos a verla. La Iglesia de Santa María de los Alcázares se encuentra en la plaza del pueblo, y aunque el edificio en sí es del siglo XV, la torre del campanario que vemos hoy es mucho más moderna, de 1908. Delante de esta iglesia vemos un arco semiderruido, la Puerta Califal, y era la puerta que daba entrada a una antigua fortaleza.


Detrás del Ayuntamiento entrevemos otra torre de otra iglesia y nos vamos a verla. Era la torre de la Parroquia de Santo Domingo, de la que solo quedaban esos restos de la torre, ni más ni menos. El resto fue demolido hace tiempo.

Entre las fiestas más destacadas de este pueblo toledano, se encuentra su fiesta de moros y cristianos, que se celebra el último domingo de abril. ¡Yo siempre empeñada en ir a la costa para ver estas fiestas y resulta que al lado de casa tengo una de estas bonitas fiestas! ¿Os venís a verla este año? :)



En fin, este es el resultado de pararse en los pueblos que te llaman la atención. Que al final encuentras un lugar precioso donde menos te lo esperas. ¿Conocíais Maqueda? ¿Os gustaría ir? ¿Qué os ha parecido? ¡Espero vuestros comentarios!



¡Un abrazo viajeros!



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ALOJAMIENTOS: Gran Hotel Colón **** (Madrid)

01 febrero 2014

¡Muy buenos días!

Tú, que has llegado aquí buscando información de este hotel, por curiosidad, por asiduidad al blog o por casualidad, ¡bienvenido! Hoy os voy a hablar de un hotel madrileño con mucho encanto en el que pasé hace poco una noche. Se llama Gran Hotel Colón **** y pertenece a la cadena de hoteles Ayre. Lo cogimos porque está más o menos cerca del Palacio de los Deportes y nos vino bien, ya que al acabar tarde el espectáculo, no teníamos que volver hasta mi recóndito pueblo :)



DÓNDE ESTÁ                                                                                            

Bien situado, a 1 minuto andando de la parada de metro de Sáinz de Baranda, es decir, bastante céntrico. No metido en la Puerta del Sol que es el centro turístico por antonomasia, pero se tarda media horita como mucho en metro, lo cuál hace que ganes en tranquilidad y que baje algo el precio respecto a un hotel “céntrico-céntrico”.

Por los alrededores hay restaurantes, tiendas varias y a un paso tienes el Auditorio Nacional, si lo que vas es a disfrutar de un concierto. También puedes ir andando al Retiro a respirar aire puro.

INSTALACIONES

Habitaciones: amplias, muy confortables. Yo me alojé en una doble y se estaba genial. Tienes unas botellitas de agua gratis para refrescarte a tu llegada, la cama es muy cómoda y calentita. Lo único que no me gustó es que en lugar de un nórdico tenía una especie de funda con una manta dentro y se movía bastante, por lo que a lo largo de la noche tenías que estar recolocándola.

Había una carta de almohadas O_o, me quedé alucinada. No pregunté, pero supongo que si llamabas a recepción podrías solicitar la que más se adaptara a tus necesidades.

Entre sus más de 300 habitaciones hay suites junior y presidencial. Solo al alcance de unos pocos privilegiados… :)



Baño: al igual que la habitación, muy amplio. Un kit con jabones, limpiador de zapatos y gorro de baño. Equipado con toallas, todo muy bien colocado y perfectamente limpio. Me gustó especialmente el calientatoallas que tenían y una parte del espejo del baño que no se empañaba aunque te ducharas en modo sauna. Las habitaciones tienen secador.





Zonas recreativas: había un salón donde ver la tele, leer, descansar, estar con el portátil un rato… También un minijardín artificial que me dio la sensación de ser como una extensión del restaurante pero para fumadores. Yo no pasé a verlo pero también tienen un gimnasio y un café donde suele haber música en directo.

También tiene una azotea que debe ser preciosa y con unas vistas estupendas. Preguntamos si podíamos subir pero dijeron que no, que solo es para eventos privados porque no tienen seguridad en esa zona del hotel. Una lástima :(

Había una carta de masajes, aunque me parecieron un poco caros. Una hora 70 euros y media hora 40 euros.




Comida: desgraciadamente no pude probarla. Cogimos la habitación monda y lironda para pasar la noche, pero os adelanto que tienen restaurante con menú y que tenía muy buena pinta. También hay room service, así que si estáis vagos y con el bolsillo lleno, podéis pedir la comida en la habitación.



VALORACIÓN Y OPINIÓN PERSONAL

Le doy un 9/10. El hotel me pareció una pasada. Aparte de un buen trato, limpio y de cómodo, me pareció muy bonito. Tiene una decoración como si fuera una galería de arte, muy minimalista, y eso me encanta. Además el wifi es gratuito, y está bien comunicado para ir al centro. Incluso desde allí hay sitios de interés turístico que se puede ir andando. Además, en páginas de viajes se puede encontrar por unos 60€ la habitación (solo alojamiento) que me parece un precio bastante razonable.



Y tú, ¿has estado en este hotel o en otro de la cadena Ayre? ¿Qué te ha parecido? Cuéntame tu opinión para enriquecer el post y ayudar a otros viajeros :)

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