Senderismo hasta el Monumento natural de la Fuentona

27 abril 2024

La Fuentona (foto de arriba) es uno de los 8 monumentos naturales de Castilla y León, también conocido como Ojo de Mar, tal vez por el bello color verde azulado de sus aguas. Se encuentra entre Cabrejas del Pinar y Muriel de la Fuente, y a pocos kilómetros de Calatañazor.

Para iniciar la ruta, puedes dejar el coche en el parking 1 de la Fuentona (gratis). Cuando nosotros fuimos, eran como las 18h. de un fin de semana de mayo y no había mucha gente, lo que agradecimos profundamente, ya que era una escapada de desconexión.

El recorrido es sencillo, de aproximadamente un kilómetro, bien señalizado y no tiene desnivel. Por el camino, además, hay algún banco en el que sentarse a descansar o a tomar un tentempié. A poco que busquéis en internet, hay muchísima información muy detallada de la ruta, por eso te quiero contar otras cosas.

La Fuentona es, en realidad, el nacimiento del río Abión, y si en la superficie es espectacular, bajo ella es completamente increíble. No, no he estado (el baño está prohibido), pero si buscáis, hay varios reportajes sobre las grutas que esconden, uno de ellos del programa Al filo de lo imposible, de RTVE, rodado en 2002.

“En la Fuentona hay tanto zonas inundadas, lo que se denomina sifones; como zonas aéreas, en las que hay que andar, descender por pozos y escalar rocas fuera del agua” (cita de El Día de Soria). Este escenario natural soriano, además de ser un lugar turístico, ha servido como lugar de prácticas en numerosas ocasiones para Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.

Viendo vídeos, me ha parecido impresionante que, en esa laguna bonita que a simple vista parece sin profundidad, albergue tantísima vida. Hablando de vida, algunos de los animales que podemos encontrar en la zona son truchas, bermejuelas o camarones de agua dulce; ranas, escorpiones acuáticos o, con llevamos la mirada al cielo, mirlos y lavanderas.

La Fuentona es un lugar especial, que a lo largo de su historia se ha prestado a imaginar diferentes leyendas de monstruos submarinos y ninfas acuáticas y que hoy, es uno de los rincones más bellos de Soria.

Y tú, ¿has estado en la Fuentona? ¿Te gustó? Te leo en comentarios 😉 Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.

Dónde comer en Soria capital

06 abril 2024

El verano pasado estuvimos unos días en Soria capital, y como la gastronomía es muy importante cuando vas de viaje, te dejo aquí algunas recomendaciones variadas y asequibles. De algunas tengo foto, de otras no 😅

Más que 2 (Plaza de San Clemente 2)

Aquí estuvimos dos días, uno para cenar y otro para picar algo a mediodía. El de la cena fue genial (por eso repetimos) pero el otro nos dejó desencantados. Aún así, me resultó un bar agradable al que volvería.


El día de la cena tomamos 2 vinos, 2 cervezas, 2 tostas, 1 ración de bravas y 2 croquetas, además de una tapa de torreznos hechos como si fueran palomitas (en la foto, el cucurucho). En total, 26€. Las croquetas eran muy originales, una de nube (¡sí, nube, la chuchería!) y otra de perrotxico y gambas. La de nube, además, fue ganadora del IV Concurso Provincial de la Croqueta de Soria.

El día de la comida tomamos agua 33cl., cerveza y media ración de huevos rotos. Total: 11’10€. Ese día no nos gustó porque tardaron muchíííísimo en atendernos, y cuando por fin trajeron la ración, eran unas patatas que, si no lo eran, parecían de bolsa. Dejaron mucho que desear.

Torcuato (Calle el Collado 34)

Tomamos algo en la terraza, en mesas altas. Tenías que pasar tú a pedir y traértelo, pero merece la pena. Tomamos una cerveza, un vino, un croquetón, una tosta matrimonio y una tapa de almitas (torrezno). Total: 10’7€.

Gastrotasquita (Calle Cortes De Soria 1)

Este me gustó menos, pero por el tema de mis alergias. Los pinchos estaban muy mezclados y eran muy variados, por lo que me costó encontrar uno que pudiera comer. Tomamos 2 vinos blancos y 2 pinchos (uno de bacalao y otro de beicon con brie y cebolla caramelizada). Total: 9’3€.

Ogham (Calle Nicolás Rabal, 3)

Al lado de la Alameda de Cervantes, es ideal para tomar algo en la terraza una noche de verano. En el interior también hay mucho ambiente, y los mojitos estaban muy ricos. Los dos mojitos fueron 16€.

El kiosco (Alameda de Cervantes)

Otro sitio que me resultó muy agradable y que está, precisamente, en el corazón de la Alameda de Cervantes, es El kiosco. Ahí tomamos un par de vinos blancos que nos costaron 5’5€ (los dos), un precio muy asequible para lo cuqui que era el lugar.

Bandalay (Calle Santa María 13)

Teníamos antojo de pizza, y aunque no era nuestra primera opción, el Bandalay nos gustó mucho. Pedimos agua grande, provolone y pizza, y nos costó 26€. Estaba todo muy rico, y la pizza que nos sobró nos la pusieron para llevar (y al día siguiente nos vino genial para un picnic). 

¿Qué sitios nos recomiendas para cuando volvamos a Soria? ¿Has estado en alguno de los que recomiendo? ¡Te leo en los comentarios! Recuerda que me puedes seguir en FacebookTwitterInstagram y Youtube 😃 si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.

Benalmádena (Málaga)

26 marzo 2024

Corría el año 2018 cuando visité Málaga. Nos alojamos en Torremolinos, y desde ahí nos movimos para hacer diferentes excursiones. Una de ellas fue a Benalmádena pueblo, a la que fuimos en autobús por 1’55€ por persona. No recuerdo bien cuánto se tarda (no lo apunté) pero en San Google pone que unos 40 minutos.

  • ¡OJO! El municipio de Benalmádena está dividido en tres: pueblo, Arroyo de la Miel y costa, así que, si vas, tienes que ver muy bien dónde quieres ir.

Un bello rincón de Benalmádena

Nosotras comenzamos el recorrido en la Plaza de las Tres Culturas, donde se encuentra el Museo de Arte Precolombino (no pasamos), de entrada gratuita. Desde ahí, fuimos paseando por sus calles típicas, de un blanco deslumbrante, solo interrumpido por el color de las flores. Continuamos el paseo, haciendo una pequeña parada en la Plaza de Andalucía y en la Plaza de España, donde se puede admirar la fuente La niña de Benalmádena, de Jaime Pimentel.

Fuente La niña de Benalmádena

Llegamos ahora a un magnífico mirador desde donde contemplar la costa, situado en los Jardines del Muro. El diseño de esta zona se lo debemos a César Manrique, arquitecto canario conocido, entre otras cosas, por sus numerosos trabajos en las Islas Canarias (Lago de la Costa Martiánez, Jameos del Agua) o por haber diseñado el Centro Comercial de la Vaguada, en Madrid.  

Iglesia de Santo Domingo de Guzmán

En los Jardines del Muro se encuentra también la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, la iglesia más antigua de Benalmádena. Nosotras llegamos caminando, pero como pone en la web de turismo, la otra opción para acceder a la iglesia es “mediante un ascensor (gratuito) que parte del aparcamiento (zona de "El Chorrillo")”.

Castillo de Colomares

Y, por fin, llegó el momento de ir al Castillo de Colomares. Este lugar, pintoresco y extravagante, tiene un acceso a pie un poco infernal: en pleno agosto no había casi nada de sombra, poca acera y mala visibilidad, pero merece la pena ir a conocerlo. 

Castillo de Colomares

Cuesta 3€ por persona, y en aquel 2018, con la entrada podías acceder durante todo el día. Es decir, podías visitarlo temprano, irte a comer y verlo a última hora (esto no lo sabíamos hasta que llegamos). El castillo-monumento fue construido por el Dr. D. Esteban Martín Martín, y narra el descubrimiento de América.

Por último, antes de regresar al hotel, dimos un paseo hasta la Stupa de la Iluminación, la stupa budista más grande de Occidente, donde se dan conferencias, se practica la meditación y se programan exposiciones.

A grandes rasgos, teniendo en cuenta que sin coche nos era complicado visitar más ese día, esto es Benalmádena pueblo. Un rincón andaluz donde disfrutar de calles blancas, floreadas y buenas vistas en cualquier momento del año.

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Urueña: la decadencia de la Villa del Libro

25 febrero 2024

Vistas desde la muralla a primera hora de la mañana

No te dejes engañar por el título del post: Urueña, un municipio de Valladolid, me encantó. Se lo he recomendado a todo el mundo desde que estuvimos a principios de febrero, y volvería sin dudarlo. Pero, por desgracia, la despoblación hace sus estragos también allí, a pesar del turismo (recibe unos 20.000 visitantes al año).

Una de las librerías de Urueña

Desde que comenzara el proyecto de la Villa del Libro en 2007, las librerías han ido menguando (me ha costado encontrar datos, pero de una docena ahora deben rondar abiertas unas 9). Nosotros tuvimos el placer de estar un buen rato en dos de ellas, deleitarnos del aroma de las páginas llenas de historias y llevarnos varios libros como souvenir.

  • ATENCIÓN: no se puede pasar con coche al casco histórico. Puedes aparcar al lado de la laguna del castillo (la de la foto de abajo), pero no hay demasiado sitio.

Laguna cercana al castillo

Decidimos pasar una noche allí para disfrutar de un fin de semana tranquilo, y vaya que si lo conseguimos. Nos alojamos en el Hotel Rural Pozolico, donde también servían comidas al mediodía. Preguntamos si podíamos cenar allí y ¡sorpresa! Nos dijeron que solo había un sitio para cenar, el Centro Social (donde reservamos para asegurarnos el sustento). Y lo mismo casi para el desayuno, donde nos derivó al bar de la plaza del pueblo.

Castillo de Urueña

Comimos una empanada que habíamos llevado de casa, y después de descansar un poco, paseamos por Urueña. Subimos por la muralla, de la que se conserva el 80% del trazado, y la cual se puede recorrer en dos tramos, disfrutando de las maravillosas vistas del campo y de la población desde las alturas. Nos perdimos por sus calles y, después, nos dejamos atrapar por sus libros en alguna librería.

Castillo de Urueña reflejado en la laguna

A las 17:30 habíamos reservado la visita en el Museo de la Música (4€ por persona), que muestra una parte de la colección de los instrumentos de Luis Delgado. Es una sala con dos alturas, rodeadas por vitrinas que albergan unos 500 instrumentos, y se tarda aproximadamente una hora en ver, ya que la visita va con un audio explicativo muy ameno. ¡Me encantó! Además, tuvimos el placer de charlar con el propio Luis Delgado al finalizar la visita, fue muy amable y respondió todas nuestras dudas.

Museo de la Música de Luis Delgado

Al salir, el frío había invadido Urueña y nos refugiamos en otra librería. Al día siguiente nos íbamos antes de que abrieran, y era la única oportunidad de conocerlas y comprar algo. Una vez cerrada la tienda, no nos quedó más remedio que adentrarnos en la gélida noche y conocer las calles solitarias, igual de bonitas que durante el día.

Iglesia del Azogue

Por la mañana, después de un agradable desayuno en el bar de la plaza, y de pasear de nuevo por la muralla, nos asomamos a la Iglesia del Azogue, pero estaba cerrada. Echamos un último vistazo al castillo, del que solo se conservan los muros exteriores, y pusimos rumbo (en coche) a la Ermita de la Anunciada, a unos kilómetros de la villa. Este edificio es el único en Castilla y León de estilo románico lombardo, y en su interior se encuentra la Virgen de la Anunciada, patrona de Urueña. De nuevo, solo pudimos ver el exterior, pero merece la pena acercarse y pasear por su entorno.

Ermita de la Anunciada

Así fue como finalizamos la visita a la Villa del Libro. Hay más atractivos turísticos, como el Museo del Cuento o la Fundación Joaquín Díaz, pero nosotros por horarios no pudimos visitarlos. Me encantaría que me contaras tu experiencia en Urueña, ¿has estado? ¿Te gustaría ir?

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Tiedra (Valladolid)

11 febrero 2024

Encontré el nombre de Tiedra casi sin querer, a través de un blog, y me pareció un lugar bonito que explorar. Y, ¿sabes? Es de esos sitios que no decepcionan. Se encuentra en Valladolid, y es un pueblo cuyos orígenes se remontan a unos 2600 años atrás. En verano, su lavanda florece, dando un toque morado que bien podría recordar a Brihuega, pero en invierno, Tiedra no desmerece ni un poquito. ¿Me acompañas a visitarla?

Vistas de Tiedra desde la zona del castillo

Lo primero que visitamos fue la Iglesia del Salvador, la única parroquia en uso hoy en día. Era la festividad de las Águedas, y pudimos verla con una estampa muy costumbrista, abarrotada de señoras con su mantilla.

Ayuntamiento de Tiedra

Continuamos el paseo hasta la Plaza Mayor, bañada por una preciosa luz del mediodía. Allí se encuentra el Ayuntamiento, cuyo edificio (construido en 1886) ha tenido diversos usos a lo largo de los tiempos: consulta médica, escuela, calabozos, o incluso la planta de arriba llegó a ser un casino. Actualmente, en la planta baja del Ayuntamiento se encuentra la oficina de turismo, que aquel día estaba cerrada.

Iglesia de San Miguel y Aula de Arqueología

Nuestros pasos nos llevaron hasta la Iglesia de San Miguel, del siglo XII. No es visitable, pero merece la pena verla por fuera y recorrer su entorno. Además, al lado está el Aula de Arqueología (necesaria reserva previa en turismo) en cuyo interior hay una colección de piezas del yacimiento arqueológico de Amallóbriga.

Castillo de Tiedra

Tiedra es ideal para perderse por sus calles. Aquel día olía a frío y a leña, y así, con estos aromas tan evocadores, fuimos hasta el Castillo de los Téllez de Meneses (necesaria reserva previa que tampoco teníamos 😅). Los 30 metros de altura de su torre del homenaje nos recibieron imponentes, haciendo que imagináramos perfectamente cómo, en sus tiempos, defendía el paso entre el Campo del Toro y la Tierra de Campos. Es posible -y recomendable- rodear la fortaleza para embeberse del paisaje que la rodea.

Aunque recorrer el trazado del pueblo sin rumbo está bien, te sugiero que te acerques a ver el mural de la Plaza Sacramento (que te muestro en la foto de abajo), titulado “Cuida como te cuidaron”.

Por último, antes de marcharnos de esta maravilla vallisoletana, dedicamos un ratito a curiosear las ruinas de la Iglesia de San Pedro. El edificio original es del siglo XII, y más tarde, ya en el XVI, se hizo una reconstrucción que, por desgracia, no ha aguantado hasta nuestros días.

Iglesia de San Pedro

Cuéntame, ¿conoces este pueblo? ¿Qué me recomiendas hacer si vuelvo por allí? Te leo en los comentarios. Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.

Taberna Maceira (Madrid)

26 enero 2024

Un frío día por Madrid, después de pasear y ver varias exposiciones (como la de la Fundación Telefónica), estábamos hambrientas y decidimos probar suerte en esta taberna gallega de la Calle Huertas.

El ambiente nos encantó, el trato fue maravilloso y los precios, para ser un sitio céntrico en la capital, me parecieron muy buenos. Elegimos caldo gallego (un plato para cada una), y una tortilla para compartir (casualmente, de Betanzos, como la que no comí aquel verano 😒). Esa comida, más una cerveza y un albariño, fueron alrededor de 25€, así que nos supo aún más rica.



Sin duda, es un lugar al que quiero volver a seguir probando más cosas, porque me gustó mucho. ¿Tú has estado? ¡Cuéntame! 

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Espacio Fundación Telefónica, el primer rascacielos de Europa

07 enero 2024

Hay un plan cultural, fácil y gratis para hacer cuando estás en Madrid: ir a ver una exposición al Espacio Fundación Telefónica. Está situada en la céntrica calle de Fuencarral (al ladito de la Gran Vía) y dispone de una exposición permanente y una o varias temporales.

El tono óxido lo da el acero cotén, mismo material del Peine de los Vientos de Chillida

El espacio es, nada más y nada menos, que el primer rascacielos de Europa, un proyecto de Luis Ignacio de Cárdenas que finalizó en 1930. El edificio en sí es una maravilla arquitectónica, de cerca de 90 metros, que se divide en 4 plantas: en la primera  está el hall de acceso, la sala de mapas, la tienda librería y la cafetería; en la segunda, el Auditorio y sala de exposiciones; en la tercera y cuarta, más salas de exposiciones.

Una de las antesalas del Espacio Fundación Telefónica

Una vistosa escalera conecta entre sí los 4 pisos, que también disponen de un ascensor de cristal, tan bonito como lento, que hace más cómodo el ascenso a la última planta. Como curiosidad, la escalera está revestida con acero cotén, el mismo material del que está hecho el Peine de los Vientos de Chillida.


El estilo industrial, con plantas amplias y diáfanas, hacen de este espacio un lugar perfecto para albergar exposiciones de todo tipo. La muestra permanente, “Historia de las Telecomunicaciones en Madrid” es un viaje en el tiempo a través de 50 piezas que van desde antiguos telégrafos hasta tecnología de hoy en día. Yo hace tiempo que no la visito, pero ahora escribiendo me han dado ganas de volver 😀


 

Las últimas exposiciones que yo vi fueron “Fake news” y “Mundo expandido: entre lo físico y lo virtual” (esta está disponible hasta mayo de 2024). Suelen tener muchísimo contenido audiovisual, son muy entretenidas y también hay posibilidad de hacer visitas guiadas.


En definitiva, la Fundación Telefónica es un lugar que me encanta. Tiene un horario amplio, no suele estar masificado, tienen exposiciones interesantes y encima son gratuitas. Un planazo perfecto.

¿Conocías este lugar? ¿Qué exposición has visto? ¡Cuéntame! Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.